Las Situaciones de Aprendizaje en los Conservatorios de Música

Contexto

En las elegantes calles de Madrid, en el año 1830, se erigía un edificio majestuoso que pronto se convertiría en el epicentro de la música en España. Bajo el mecenazgo de la Reina consorte María Cristina, el Real Conservatorio de Música y Declamación abrió sus puertas, marcando el inicio de una tradición educativa que perduraría generación tras generación. Este primer conservatorio, concebido en un momento de fervor cultural y musical, sentó las bases para una red de instituciones educativas que se extenderían por toda España, brindando educación musical a jóvenes talentosos y aspirantes a músicos.

Desde entonces, los conservatorios de música han sido faros de conocimiento y excelencia artística, nutriendo el talento y cultivando el amor por la música en innumerables estudiantes a lo largo de los años. Sin embargo, en medio de su rica historia y contribuciones al panorama cultural español, estos se enfrentan a desafíos significativos en la actualidad.

A pesar de la vitalidad y la innovación que caracterizan al mundo de la música, la normativa que rige los conservatorios ha permanecido en gran medida estática, anclada en un pasado que no refleja completamente las demandas y aspiraciones de la educación del siglo XXI. Mientras que la sociedad avanza y la educación evoluciona, los conservatorios se encuentran en un cruce de caminos, enfrentando la necesidad de adaptarse y reinventarse para mantenerse relevantes en un mundo en constante cambio.

Es en este contexto que surge la necesidad de explorar y reflexionar sobre las situaciones de aprendizaje en los conservatorios de música, examinando cómo estas pueden servir de vehículo para la transformación educativa y la promoción de competencias clave en los estudiantes. Exploremos el pasado reflexionemos sobre el presente y vislumbremos el futuro de la educación musical en los conservatorios de España.

Os prometo que es emocionante descubrir las situaciones de aprendizaje en la educación musical esforzándonos por promover una experiencia educativa enriquecedora y significativa para todos los estudiantes.

¿Por qué cuesta tanto planificar en las aulas de Conservatorio?

Para entender este contexto debemos pensar en 162 años de inexistencia e inacción (en 1830 nace el primer conservatorio y no es hasta 1992 con la LOGSE que se empieza a hablar de curriculo en estos centros) para elaborar un currículo en estas enseñanzas y terminar con una hegemonía docente que estaba por encima de cualquier cuestionamiento didáctico y de progreso, pues dudar de las prácticas docentes del catedrático en cuestión estaba mal visto o “castigado” de alguna manera. No había normas oficiales en las que basarse para que la orientación pedagógica fuera guiada en beneficio del sistema, es más, el sistema era el propio docente en un aula cerrada a cal y canto y con grandes dosis de improvisación y autodidactismo pedagógico.

El primer plan de estudio oficial para conservatorios (1830) consiste básicamente en informar de las asignaturas que se ofertan, de las horas lectivas de cada una de ellas a la semana, del método (libro) que hay que estudiar, en algunas de ellas creado por el propio docente, y de la persona que está al frente de la asignatura. Podemos suponer con este plan de estudio que el alumnado está sometido a un criterio único, que es el de su profesor.

En 1861 sale las Instrucciones para el buen desempeño de las enseñanzas y para el régimen y disciplina del Real Conservatorio de Música y Declamación, y encontramos este curioso artículo en el mismo donde dice literalmente:  “ Art. 16. La expresión comprende todo lo concerniente á la manifestación del sentimiento con la verdad y buen gusto que conviene a la pieza que el alumno aprende , según el carácter y situación del pape! que representa; pero no dependiendo esta parte de reglas escolares, al Profesor únicamente pertenece guiar al discípulo, aconsejarle, alentarle y cooperar al desarrollo de los grados de genio que posea. 

¿Que se desprende de lo subrayado en este texto? Os lo dejamos a vuestro propio criterio.

También encontramos este otro: Art. 30. El Profesor que en los primeros estudios del alumno notase en este algún defecto natural que le imposibilite para el estudio de su respectivo instrumento, deberá comunicarlo por escrito á la Dirección, para los fines convenientes.

Surgen algunas dudas en la interpretación de este párrafo. La primera es ¿a qué se refiere con defecto natural? ¿los criterios serían los mismos para todo el mundo? Nuevamente el profesor tiene la potestad de decisión en este aspecto también.

Respecto a los libros a estudiar que propone dicha instrucción échenle un vistazo por ejemplo a los de la especialidad de clarinete a ver si les suenan de algo: «CLARINETE: Romero, Berr, Leffebre, Klose, Muller , Buten, Cabalimi, Gámbaro, y Baerman.»  

Recordamos que esta programación es de 1861 y estamos en 2024 ¿Se imaginan a alumnado de otras enseñanzas estudiando con libros de hace 163 años? 

Esta tradición de autodidactismo pedagógico se mantiene durante muchos años desde la creación de los Conservatorios, ya que la normativa no orientaba  de como se debía planificar en el aula (hoy tampoco) y no se exigía una formación didáctica del docente (hoy tampoco), por lo tanto esa manera de proceder la tenemos metida en nuestros genes pedagógicos ancestrales (194 años ya) y parece difícil que eso cambie en breve, pues la normativa actual se presenta muy ambigua en este aspecto y el profesorado no está obligado a tener una formación pedagógica ni a realizar una planificación de aula que garantice la “equidad, inclusividad, atención a la diversidad con metodologías que sean atractivas, estimulantes, significativas, motivadoras, contextualizadas, con incorporación de las nuevas tecnologías, etc, facilitando contextos y situaciones de aprendizaje que garanticen la pedagogía del éxito.” (Extraído de la normativa actual que rigen las enseñanzas básicas y profesionales de música).

Estos decretos y órdenes de nuestra normativa hubieran sido una oportunidad extraordinaria para avanzar, pero la misma no concreta como hay que hacerlo ya que lo único “obligatorio” es realizar las programaciones didácticas anuales a través de los departamentos con unos elementos curriculares muy básicos, cuya implementación y vinculación entre los mismos está a merced de la voluntad del docente nuevamente. 

Digamos que nuestra normativa es tan flexible que puede adaptarse a lo mejor del sistema educativo actual y a lo menos bueno de sistemas decimonónicos.

Y dentro de este contexto descrito muy brevemente, están las oposiciones a profesor de conservatorios en las que se le exige al aspirante, entre otras pruebas, la elaboración de programaciones y unidades didácticas. Fijamos la atención en la actividad de realizar unidades didácticas, que en realidad es una concreción de las programaciones y llegados hasta aquí me surgen algunas preguntas: 

  • ¿alguien ha visto alguna vez una unidad didáctica en las programaciones de los conservatorios?
  • ¿cuántos profesores de conservatorio diseñan, elaboran y utilizan estos documentos en sus aulas?
  • ¿donde aprenden a realizarlas?

El caso es que realizar unidades didácticas no es habitual en la práctica docente de estos centros, ya que en la normativa ni se menciona y justo cuando estamos aprendiendo a hacerlas, porque nos obligan para realizar las pruebas de acceso a la función docente, resulta que ya han desaparecido en el nuevo paradigma educativo y ahora se llaman “Situaciones de Aprendizaje”. 

¿ Cuánto tiempo tardaremos en implementar esta nueva modalidad de planificación de aula si resulta que ni siquiera hemos llevado a cabo la anterior (unidades didácticas)?

¿ Cuánto tiempo tardarán los Conservatorios Superiores para introducirlas en sus planes de estudio como un elemento imprescindible en la formación del músico, que en un porcentaje muy alto terminan siendo docentes?

¿ Cuánto tiempo tardarán los Centros de Educación del Profesorado en ofertarla para Conservatorios como un elemento imprescindible en “el perfeccionamiento de la práctica educativa que incida en la mejora de los rendimientos del alumnado y su desarrollo personal y social…si resulta que …estas instituciones están sujetas a las demandas de los centros?” (Extracto de la normativa de conservatorio).

¿ Cuánto tiempo tardarán en ser un requisito para el ingreso como docente en los conservatorios?

En medio de este panorama de incertidumbre y resistencia al cambio, deben emerger profesores y líderes educativos decididos a desafiar las viejas prácticas y abrazar la innovación en la enseñanza musical, con el coraje de quienes entienden que el progreso no puede esperar. Estos pioneros deben comenzar a trabajar en la implementación de las nuevas «Situaciones de Aprendizaje» en los conservatorios de música.

Estos centros educativos deben ser modelos de excelencia educativa, no solo en España, sino en todo el mundo. Su adaptación a las demandas del siglo XXI tiene que ser inspiración a otros centros educativos para seguir su ejemplo, demostrando que, incluso en los entornos más tradicionales, el cambio es posible cuando se abraza con valentía y determinación. Deben ser faros de innovación y excelencia, iluminando el camino hacia un futuro donde la música y la educación van de la mano hacia horizontes aún más prometedores.

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